Capítulo 4. Parte 1.

SAM.

La semana pasó muy rápido y cada día que pasaba me gustaba más Zoe. Me enteré de que sus padres murieron y por eso vive con su hermano.

Hoy es viernes, Daniel me está hablando pero no le escucho ya que estoy mirando hacia la puerta para ver si viene Zoe.

- ¿Sabes? No quiero perseguir a Zoe...-al escuchar eso moví rápidamente la cabeza en su dirección - No tenemos mucho en común, no veo que fuese a funcionar.

-Lo siento, tío- estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para que no se me saliera la sonrisa.

-Deberías pedirle salir.

-¡¿Qué?!

-Vamos, ¿crees que soy tonto?- al ver que iba a decir que sí, dijo- No conestes. Pero veo como la miras...

Bufé. ¿Tanto se me notaba? -Sí, me gusta. No te lo dije porque "te la habías pedido"- dije eso con los dedos haciendo comillas en el aire.

-Eres un buen amigo. ¿Sabes? ¿Por qué no la invitas a un ensayo? Las tías enloquecen por un guitarrista...- dijo guiñándome el ojo.

-Sí, está bien, lo haré.- era una buena idea, la única buena idea que Daniel ha tenido.

Me pareció raro no ver a Zoe en las dos primeras horas, ¿estaría enferma?.

Cuando llegó el recreo fui a hablar con Jacobo para preguntarle sobre ella, pero me contesto que no sabía. Justo en ese momento apareció ella por la puerta.

-Hey, Zoe.- era raro, no tenía su típica sonrisa en su hermoso rostro.

-Hola, Sam.- eso en vez de un saludo fue un suspiro.

Intentamos animarla entre todos pero, al ver que no conseguíamos nada, me la llevé a un ricón para preguntarle que le pasaba.

-¿A mí? Nada. Mira: estoy feliz- dijo poniendo una sonrisa falsa, falsa.

-Já, a mi no me engañas.

-Mmmm.

-Sé que llevamos poco tiempo siendo amigos, pero sabes que puedes confiar en mí, ¿no?

-Sí. Bueno, lo que pasa es...