martes, 24 de enero de 2012

Capítulo 15. Parte 2.

Pero fue, precisamente, en ese momento, cuando yo paré de luchar, que él me soltó. Aproveché ese momento de confusión para coger la lamparilla de noche y atizarle en la cabeza.
Salí corriendo de allí, desnuda. No sabía a donde iba, sólo que tenía que salir de aquella casa. Huir.
Llegué a casa de una amiga a los pocos minutos, nadie me había visto. Las calles estaban desiertas, no había ni un alma en ellas. 
Yo no paraba de llorar y, como me vio todos los hematomas y rasguños por el cuerpo, por no hablar de que estaba desnuda, decidió llamar a mi hermano. 

Es por eso por lo que no soporto esa palabras, <<te amo>>. Creí que ya había olvidado lo que pasó, pero ahora me doy cuenta de que nunca lo podré hacer.

SAM. 
Estuve como cinco minutos cantando hasta que escuché a Zoe dormise. Me habría encantado seguir escuchando su respiración acompasada que me indicaba que se había dormido. Pero si no colgaba, le iba a llegar un factura tremenda al móvil. Así que, colgué.
Me metí en la cama pensando en todo lo que había pasado hoy. Pensé que esa noche, como otras tantas, soñaría con Zoe. Pero me equivoqué. Esa noche soñé con mi pesadilla, con Henry.

lunes, 23 de enero de 2012

Capítulo 15. Parte 1.

ZOE.
¿Por qué tuve que joderlo todo diciendo eso?
No fue culpa suya lo que me pasó.
Fue culpa de él. De mi tío. De Javier.
No se lo conté nunca a nadie. Sólo Fran lo sabe.

Estaba en mi antigua casa, una noche, con mi tío. Fran estaba en la pizzería, trabajando.
Iba a acostarme cuando Javier de coló en mi habitación. Pensé que me iba a dar la buenas noches, como siempre hacía. Me equivoqué.
Él se fue acercando a la par que se desabrochaba su corbata y su camisa. Recuerdo que fue ahí cuando empecé a tener miedo. Se acercó a la cama y se puso de rodillas delante de mí. Ninguno de los dos hablamos, nadie había dicho nada. Yo, por mi parte, estaba paralizada.
Se me acercó y antes de besarme me dijo <<te amo>>. Me dio asco, mucho. Le empecé a empujar, pero él era más fuerte que yo. No paraba de repetir esas palabras: <<te amo>>. 
Me puso las manos en mis muslos y empezó a subir mi camisón, yo siempre lo llevaba de satén, me hacía sentir bien porque me recordaba a mi madre. Cuando lo tuvo subido hasta la cintura, más o menos, recuerdo que me dijo:
-Um... deja de provocarme con esto. Siempre que te veo se me pone dura.
Fue en ese momento en el que reaccioné, en el que me di cuenta de lo que iba a pasar.
Empecé a llorar y gritar pidiendo auxilio, mas eso no lo frenó. Al revés, lo alentó.
Ya sin el camisón y sólo con una pequeña braga, se empezó a desnudar.
Me acarició los pechos, me los pellizcó, chupó y no sé cuantas cosas más.
Recuerdo que me fue dando besos hasta donde estaba mi intimidad. Me empezó a quitar las bragas. No pude apartarlo, ya que me tenía las manos agarradas.
Comenzó a jugar con mi clítoris, no era, para nada, placentero. Me lo chupó, rasguñó con los dientes, besó...
Yo ya sabía lo que me iba a hacer, y que era inevitable, por lo que paré de luchar. 

lunes, 16 de enero de 2012

Capítulo 14.

ZOE.
- Sí, claro- cogí un boli del bolso, siempre llevo uno en él, le cogí de la mano y le apunté mi número en el antebrazo.
- Gracias. Dame - me cogió el boli y el brazo y me apuntó el suyo. -Por si quieres llamarme- dijo guiñándome un ojo.
- Nos vemos, Alex- le di un abrazo y me fui corriendo hacia mi casa. 
Antes de acostarme apunté su número en la agenda del móvil. 
SAM.
Al entrar en casa, Sara estaba, literalmente, saltando de la alegría.
Yo estaba igual, sólo que sin los saltos y eso.
Me contó que se estaba enamorando de Alex. Le aconsejé que dejara de verlo, que no se hiciera falsas esperanzas, y como íbamos a empezar a pelear de nuevo le dije que hiciese lo que quisiera. No tenía ganas de pelear.
Cada uno se fue a su habitación. Estaba por acostarme, después de haberme duchado y cambiado al pijama, cuando se me ocurrió mandarle un mensaje a Zoe.
-Llegaste bien? S.
Sólo tardó unos segundos en contestar. ¿Estaría esperando mi llamada?
-Sí, gracias. Z.
-Por? Por cuidar de mi novia?
-Mmm... me gusta como suena eso ;)
-A mí más, hermosa.
-Te quiero, Samuel.
-Yo te amo.
Esta vez tardó más en contestar. ¿No le debería de haber dicho eso?
-Sam, ¿me llamas mañana?
-Sí, claro. ¿Te molestó lo que dije?
Se lo tuve que preguntar, ya que hizo como sino hubiera pasado nada.
-No, Sam!  Mejor te llamo, wait.
Nada más terminar de leerlo me sonó el móvil.
- Hola, Sam. Mira, es que... puf, me gustas, y mucho. 
-¿Pero?- sabía que había un pero.
- Pero no quiero ir muy deprisa.
- Pero yo te amo, Zoe.
- Me alegro, y mucho. - se quedó en silencio un rato - Sam, yo creo que te amo. Pero como dije antes, no quiero ir deprisa. No quiero fastidiarlo.
No sabía que decir. Que sentir. Estar contento o triste. Ese <<creo>> me dejó un sabor agridulce.
- Haré que quites ese creo de la oración - acabé diciendo.
- Bien, Sam. Me voy a dormir.
- ¿Qué quieres, cielo? - sabía que quería algo.
- No, nada. Te parecerá una tontería...- la podía ver toda roja por culpa del rubor de sus mejillas.
- Dímelo. - dije con voz firme pero a la vez tierna.
- Me...-carraspeó- ¿me podrías cantar una canción?
Y así lo hice.

sábado, 7 de enero de 2012

Capítulo 13.

ZOE.
-Alex, para.- le ordenó Sara dándole otro codazo, pero esta vez en las costillas.
-Per...
-Ya los alcanzamos luego-intervine yo para que dejaran de pelear. Se fueron caminando, Sam cogió mi mano también empezó a caminar.
Llevábamos un rato en silencio, cuando decidí romperlo:
-Sam...Sí, quiero- le dije. Él me miró sin entender, levantando una de sus perfectas cejas como Carlos Sobera. Ojalá pudiera hacer eso. Tendré que practicar. - ¿Cómo puede ser que te hayas olvidado? -reí - Ser tu novia, tonto.
Se dio con la mano en la cabeza, y sonrió. Cuando estaba a punto de besarme, dijo:
-Mi novia- me besó. Pero no fue uno de esos besos intensos donde se ve todo el deseo que se tiene el uno por el otro. No. Fue un tipo de beso que nunca me habían dado. Bueno, sólo una persona. Fue sólo un roce, un roce en el que sentí más de lo que podía haber sentido con un beso <<normal>>
Llegamos a su casa y nos despedimos, no sin antes convencer a Sam de que no hacía falta que me acompañara a la mía. Fue un arduo trabajo. Quedamos en ir mañana a dar una vuelta por el pueblo.
Me fui con Alex, ya que su casa quedaba tan sólo a una manzana de la mía. ¿Cómo puedo vivir tan cerca de alguien así y no darme cuenta? Porque vale que ahora esté de novia con Sam, pero no por ello voy a estar tan ciega como para no ver a semejante monumento.
Empezamos a hablar. Alex parecía un buen tipo. Me reía mucho con él y me sorprendí mucho al saber que era de mi edad. 
-¿Te gusta Sara?- le pregunté. No sé de donde salió eso, pero ahora que lo pregunté quería saber la respuesta. No penséis mal. No es para saber si está libre o no. Es porque no quiero ver sufrir a la hermana de Sam.
-¿Gustar?- me miró extraño.
-Sí.
-La verdad es que no. Me parece una buena chica, pero no.
-No le hagas daño, Alex.
-No, ya lo sé.
-Entonces, ¿por qué la besaste?
-No lo sé.- dijo, y pude ver en sus ojos que estaba siendo sincero- Se me abalanzó y no supe que hacer, no la quería hacer sentir mal.
-¿Se lo dijiste?- joder, pobre Sara...
-No fui capaz- dijo con culpa.
-Alex...
-Sí, sí, ya sé. Que no le haga daño.
-¿Que vas a hacer?
-¿Que qué voy a hacer? Pues nada. No hemos quedado en nada. Espero que no se haya ilusionado, porque yo ya me fijé en otra chica. -me dijo mirándome fijamente. ¿Quién podría ser? Zoe, lo conoces desde hace pocas horas, ¿cómo lo vas a saber?
No me dí cuenta de que ya habíamos llegado a mi casa. Estaba demasiado entretenida y metida en la conversación como para darme cuenta.
-Bueno, Alex, yo me quedo aquí- le dije.- Nos veremos por ahí, ¿no?- en verdad, quería volver a verlo. Me agradaba mucho este chico.
-¡Claro! Me caíste muy bien - vi que quería decir algo más así que esperé. Se sonrojó un poco antes de hablar. Dios, que mono.- Um...Zoe, ¿me das tu número? 

martes, 3 de enero de 2012

Capítulo 12.

SAM.
Estaba que estallaba de la alegría. No sé cómo fui capaz de decirlo. No lo sé.
Lo que sentí cuando me dijo que me quería, no tiene nombre. Mi corazón comenzó a latir a mil por hora.
-Zoe...-le susurré cuando nos separamos. Había sido el mejor beso de mi vida. Sí, sé que suena cursi, pero es la verdad.
-Mmm...-murmuró. Estábamos con las frentes juntas, ella con los ojos cerrados y yo, simplemente, mirándola.
-Te quiero-abrió los ojos y me volvió a repetir esas dos palabras que tanto me gustan:
-Te quiero, Sam.
No nos habíamos dado cuenta de que las luces ya estaban encendidas, y de que la gente se estaba yendo. Sara y Alex nos estaban esperando. Ella con una gran sonrisa y él, en cambio, como enfadado. Espera...¿ha bufado?
-Vamos, hermanito, la peli ya terminó-dijo Sara guiñándome un ojo. Le cogí la mano a Zoe y nos fuimos de allí.
ZOE.
Me sentía feliz. Mucho. Como no lo hacía desde hace tiempo...
Salimos de allí cogidos de la manos, con una gran sonrisa.
Aún teníamos mucho de que hablar, pero, por ahora, sólo quería estar así. Feliz, libre de preocupaciones.
-Sam-le llamé.
-Mmm-murmuró algo que no pude escuchar. Me dio un beso en la coronilla.
-¿Te puedo besar?- me moría por probar esos labios, otra vez.
Se paró, se puso delante de mí, me cogió la cara con las dos manos, y me besó.
Enredé mis dedos detrás de su cuello, tirando levemente de su pelo, y él me atrajo más hacia sí. Nos separamos por la falta de aire. Este chico me dejaba devastada. 
-Zoe, no hace falta que me pidas permiso para besarme. Eres mi novia. -Me sonrojé por lo de "novia". En realidad, no me lo había pedido formalmente. Decidí gastarle una pequeña broma.
-Así que novia, ¿eh?-dije de forma pícara. -¿Quién ha dicho que sea tu novia?
Se sonrojó.-Mmm, yo, bueno...-se pasó una mano por el pelo y siguió hablando- Zoe, ¿quieres ser mi novia?
-Um, déjalo, que me lo tengo que pensar.-me sonrió de forma traviesa.
-¿Qué puedo hacer para convencerte?-me siguió.
-Déjame probar algo.- Me acerqué a él y le empecé a besar. Le pedí permiso con mi lengua, que fue concedido, prácticamente, al instante. Recorrí todos los rincones de su boca. Mi boca.
Nos tuvimos que separar por unos carraspeos por parte de Alex, que estaba con cara de pocos amigos con Sara al lado.
-¿Vamos?-preguntó. Sara, cómo no, le dio un codazo.
-Ya va-gruñó Sam aún con las manos en mi cara.
-No quiero verles besarse.
-¿Crees que a mí me gusta verte besar a mi hermana?- La verdad, no entendía la actitud de Alex. ¿Qué le importaba vernos besándonos?