lunes, 16 de enero de 2012

Capítulo 14.

ZOE.
- Sí, claro- cogí un boli del bolso, siempre llevo uno en él, le cogí de la mano y le apunté mi número en el antebrazo.
- Gracias. Dame - me cogió el boli y el brazo y me apuntó el suyo. -Por si quieres llamarme- dijo guiñándome un ojo.
- Nos vemos, Alex- le di un abrazo y me fui corriendo hacia mi casa. 
Antes de acostarme apunté su número en la agenda del móvil. 
SAM.
Al entrar en casa, Sara estaba, literalmente, saltando de la alegría.
Yo estaba igual, sólo que sin los saltos y eso.
Me contó que se estaba enamorando de Alex. Le aconsejé que dejara de verlo, que no se hiciera falsas esperanzas, y como íbamos a empezar a pelear de nuevo le dije que hiciese lo que quisiera. No tenía ganas de pelear.
Cada uno se fue a su habitación. Estaba por acostarme, después de haberme duchado y cambiado al pijama, cuando se me ocurrió mandarle un mensaje a Zoe.
-Llegaste bien? S.
Sólo tardó unos segundos en contestar. ¿Estaría esperando mi llamada?
-Sí, gracias. Z.
-Por? Por cuidar de mi novia?
-Mmm... me gusta como suena eso ;)
-A mí más, hermosa.
-Te quiero, Samuel.
-Yo te amo.
Esta vez tardó más en contestar. ¿No le debería de haber dicho eso?
-Sam, ¿me llamas mañana?
-Sí, claro. ¿Te molestó lo que dije?
Se lo tuve que preguntar, ya que hizo como sino hubiera pasado nada.
-No, Sam!  Mejor te llamo, wait.
Nada más terminar de leerlo me sonó el móvil.
- Hola, Sam. Mira, es que... puf, me gustas, y mucho. 
-¿Pero?- sabía que había un pero.
- Pero no quiero ir muy deprisa.
- Pero yo te amo, Zoe.
- Me alegro, y mucho. - se quedó en silencio un rato - Sam, yo creo que te amo. Pero como dije antes, no quiero ir deprisa. No quiero fastidiarlo.
No sabía que decir. Que sentir. Estar contento o triste. Ese <<creo>> me dejó un sabor agridulce.
- Haré que quites ese creo de la oración - acabé diciendo.
- Bien, Sam. Me voy a dormir.
- ¿Qué quieres, cielo? - sabía que quería algo.
- No, nada. Te parecerá una tontería...- la podía ver toda roja por culpa del rubor de sus mejillas.
- Dímelo. - dije con voz firme pero a la vez tierna.
- Me...-carraspeó- ¿me podrías cantar una canción?
Y así lo hice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario