lunes, 23 de enero de 2012

Capítulo 15. Parte 1.

ZOE.
¿Por qué tuve que joderlo todo diciendo eso?
No fue culpa suya lo que me pasó.
Fue culpa de él. De mi tío. De Javier.
No se lo conté nunca a nadie. Sólo Fran lo sabe.

Estaba en mi antigua casa, una noche, con mi tío. Fran estaba en la pizzería, trabajando.
Iba a acostarme cuando Javier de coló en mi habitación. Pensé que me iba a dar la buenas noches, como siempre hacía. Me equivoqué.
Él se fue acercando a la par que se desabrochaba su corbata y su camisa. Recuerdo que fue ahí cuando empecé a tener miedo. Se acercó a la cama y se puso de rodillas delante de mí. Ninguno de los dos hablamos, nadie había dicho nada. Yo, por mi parte, estaba paralizada.
Se me acercó y antes de besarme me dijo <<te amo>>. Me dio asco, mucho. Le empecé a empujar, pero él era más fuerte que yo. No paraba de repetir esas palabras: <<te amo>>. 
Me puso las manos en mis muslos y empezó a subir mi camisón, yo siempre lo llevaba de satén, me hacía sentir bien porque me recordaba a mi madre. Cuando lo tuvo subido hasta la cintura, más o menos, recuerdo que me dijo:
-Um... deja de provocarme con esto. Siempre que te veo se me pone dura.
Fue en ese momento en el que reaccioné, en el que me di cuenta de lo que iba a pasar.
Empecé a llorar y gritar pidiendo auxilio, mas eso no lo frenó. Al revés, lo alentó.
Ya sin el camisón y sólo con una pequeña braga, se empezó a desnudar.
Me acarició los pechos, me los pellizcó, chupó y no sé cuantas cosas más.
Recuerdo que me fue dando besos hasta donde estaba mi intimidad. Me empezó a quitar las bragas. No pude apartarlo, ya que me tenía las manos agarradas.
Comenzó a jugar con mi clítoris, no era, para nada, placentero. Me lo chupó, rasguñó con los dientes, besó...
Yo ya sabía lo que me iba a hacer, y que era inevitable, por lo que paré de luchar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario