jueves, 29 de diciembre de 2011

Capítulo 11. Parte 1.

SAM.
-¿Qué?
-He dicho: ¿Quieres venir al cine?- lo dije con aparente calma, pero por dentro el corazón me iba a mil por hora.
ZOE.
¿Le digo que sí o no?
¿No debería estar enfadada con él? Soy demasiado buena...
-Sí- ese "sí" salió de mi boca sin que lo pensara. Maldita bocazas...
-Perfecto- me dijo con una gran sonrisa- Coge la chaqueta, Sara, que no vamos.
-¡Sí, sí, sí, sí, sí!
***
-¿En qué piensas?- le pregunté a Sam. Estábamos en la sala del cine, viendo una película romanticona a las que se va a ver para meterse mano. Como estaban haciendo Sara y Alex delante. ¿Qué le pasa, joder? ¿No ve que está su hermano detrás suya?
-En que quiero matar a ese tipo.- dijo fulminándolo con la mirada. Pero Alex no se dio cuenta ya que estaba muy interesado en otra cosa. Comerse viva a su hermana.
Bostecé y eché los pies en el cabecero de Alex, dándole "accidentalmente" una pequeña patada provocando que esos dos dejasen de compartir saliva.
-¿Así mejor?
-Gracias. Te debo una.- dijo sonriéndome.
-No es nada. Ahora le veo la gracia a lo de ser carabina. No me extraña que mi hermano me acompañase a todas mis citas.
-¿Fueron muchas?- soltó de golpe. Me sorprendió, porque no esperaba esa pregunta.
-A decir verdad...Bastantes, no tuve muchos novios, ya que Fran me los espantaba todos en la primera cita- reí.
-Otro punto para Fran. Cada día me cae mejor- murmuró para si mismo.
-¿Per...Perdón?-balbuceé.
-Sí, me cae genial tu hermano. Hizo bien, yo tampoco te habría dejado estar con otro chico.
-¿Qué? ¿Por qué?- Oh, vamos, Zoe, ¿aún no lo has pillado? Repetía una voz en mi cabeza.
Se acercó a mí, y a escasos centímetros de mi boca, con la mirada puesta en mis ojos, me dijo unas palabras que recordaría toda mi vida:
-Me gustas. Me gustas mucho. Eres la mejor persona que he conocido, la chica más guapa, lista y graciosa del mundo.
-Tú...-susurré. Él hizo como si no hubiera dicho nada.
-Pero tengo miedo. Miedo de que no te guste. Miedo de que te guste otra persona. Miedo de no ser lo suficientemente bueno para ti. Por eso, es por lo que no te lo había dicho.
-Sam...
-No importa que no me quieras, Zoe. Pero, por lo menos, déjame ser tu amigo.
-¡NO!


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