domingo, 18 de diciembre de 2011

Capítulo 8 y 9.

SAM.
Dejé que se fuera. No pude detenerla.
El director fue bueno con nosotros, no nos puso ni siquiera una amonestación, sólo nos echó la bronca y punto.
Hoy es día de ensayo, hoy vería a Zoe. No volví a hablar con ella desde aquella vez. La vi en clases y recreos, pero me rehuía.
-¡Sábado! Adooooooooooro los sábados.- cantó Daniel.
-¿Quién no, Dani? ¿Quién no?
Estábamos en mi habitación. El siempre venía algo antes de la hora del ensayo y charlábamos de trivialidades.
-Ey, ¿estás bien?-me pasó una mano por le hombro en señal de apoyo.
-No sé que voy a hacer si no viene....- Quítate eso de la cabeza, Sam me dije a mi mismo.
-Ya verás como sí que viene, tonto.-dijo- Bueno, ¿quieres jugar a la play?
-¿Para machacarte otra vez?-me reí. Siempre le ganaba.
- JA. JA. Qué gracioso el niñito.
Empezamos a jugar y, cómo no, le gané en todas las partidas. Íbamos por la milmillonésima partida cuando sonó el timbre.
-¡¡Sarita!!- le grité a mi hermana.- Abre la puerta, pooooooooorfis- puse una cara de cachorrito con la que no se pudo negar.
-Dios...-puso los ojos en blanco- estaba arriba, vago.
¡DIN DON!
-¡Ya voy! ¡Ya voy!- gritó.
-Uh, hola.- ¿Zoe? ¡Zoe!
-Hola, Sarita.- dijo una voz que reconocí como la de Jacobo.
-Hola, Jacobo, ¿y esta muchacha?- le escuché a mi hermana.- ¿Es tu novia?-en ese momento estaban entrando al salón donde estábamos Dani y yo.
Los dos se pusieron a reír y me tocó contestar a mí:
-No, no es su novia- cuando hablé, Zoe paró de reír y se me quedó mirando.
-¿Y entonces? ¿Quién es?.- ahí está la cotilla de mi hermana.
-Soy su prima- le respondió Zoe sin dejar de mirarme.
-Bieeeeen...-dijo Sarita alternando su mirada entre Zoe y yo.- Me voy al cine.- cambió radicalmente de tema.
-¿Con quién vas?- le pregunté. Mi padre se había ido de casa, por problemas que no viene al caso, y entonces tenía que cuidar de mi hermanita.
-Con Alex.- dijo ruborizándose.
-Llámale y dile que no vas.- ¿cómo iba a salir mi hermanita con alguien dos años y medio mayor que ella?
-¡¿Qué?! ¡¿Sabes lo que tardó en pedírmelo?!
-Te prohíbo que salgas con él.-dije levantándome.
-¿Que tu qué?
-Te prohí...
-Sam...- susurró Zoe. Me había olvidado de que teníamos público- Déjala ir.
-¡Sí, sí, sí!- chilló Sara.
-¡Qué no!
-¡Tú no eres quien para decidir, Samuel!-se fue escaleras arriba.
Estuvimos un rato en un silencio incómodo, que Dani rompió:
-Jacobo, ¿quieres un refresco?
-Sí, vamos. ¿Vienes, Zoe?
-Adelantaos.
Se fueron a la cocina y yo me senté y empecé a jugar otra vez a la play.
Zoe cogió el otro mando y se sentó conmigo.
Después de un silencio, no muy cómodo, habló:
-Sam... sé que no es cosa mía...- cogió aire y prosiguió- pero creo que deberías dejarle ir al cine.
-Zoe, tú no sabes lo que es tener que cuidar a tu hermana pequeña.... Lo que no es tener a papá aquí.
-Sam... yo no sé lo que es tener padres.- Mierda. La cagué. Me lo había dicho pero no me acordé.- Sé lo que es ser la hermana pequeña con un hermano sobreprotector como tú. Sé lo que agobia, y lo creas o no, ella tampoco tiene a su padre aquí.
-¿Qué?- quería saber sobre su hermano, ya que no nos había contado mucho.
-Bueno, ya sabes que mis padres... pues eso. Pero no sabes que antes de que le pasaran la custodia a mi hermano tuve que estar con mi tío. A partir de eso el se puso en plan "hermano mayor"- dijo eso con los dedos haciendo comillas en el aire.
-No me contaste nada...
-¿Y qué te iba a decir, Sam? Pasado, pisado. Punto. No me gusta pensar en esos días.
-¿Po...por?- tenía un mal presentimiento.
Miró hacia el mando de la play que tenía en sus manos y contestó:
-Eso...eso es otra historia.
-Bien- no la quería hacer sentir mal.
Estuvimos en otro silencio, este más cómodo, que también rompió ella:
-¿La dejarás ir?
Ya casi se me había olvidado de lo que estábamos discutiendo.
-No sé...
-Sam, déjala. Si quieres ponle condiciones. Pero es bueno que salga a divertirse.
-Bien...A mí tampoco me gustaría que no me dejasen ir al cine con la chica que me gusta.
-¿Te...te gusta una chica?
La miré a los ojos, no sabría decir que vi en ellos, por lo que le contesté con la verdad:
-Sí. Ella es...




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